Laura, la chica que sólo era una pierna

Laura es sólo una pierna, así que no me pidan mas detalles. Si, una pierna, termina justo donde terminan todas las piernas: antes de convertirse en la entre pierna. Laura sufre mucho por eso, porque ser sólo una pierna te limita enormemente.
Primero de todo, Laura sufre de insatifacción sexual, porque no tiene entre pierna. Lo peor de todo es que todo el mundo la ve muy feliz a Laura, porque siempre está saltando en una pata.
Es muy triste la vida de Laura, que es sólo una pierna. Ella es delgada y larga, aunque al ser sólo una pierna la gente no la ve, no la nota, y si no fuera por su agilidad, se la llevarían todo el tiempo puesta.
Vi un par de veces que alguien se apiadó de ella, y le dió un masaje. La vi saltando con alegría una semana más tarde todavía. Para los que la conocemos a Laura es fácil distinguir entre sus saltos felices y sus saltos del día a día.
En su vida se dedicó a distintas profesiones. Las más destacadas fueron la de cadete y su actual ocupación como pintora con piés, aunque ella odia ese uso plural, que un poco la excluye.
Entre sus más resonantes fracasos estuvo su paso por un call center, sobre el cual no vamos a ahondar en detalles del fracaso.
Y es así, esta es Laura, sólo una pierna, una pierna izquierda, para los que les interesaba saber.