Sobre el cartesianismo y Hamlet
Sentado en su cuarto, poco feliz con los nuevos foquitos de ahorro de energía (todo se ve demasiado azul) El Personaje Universal reflexiona:
-Existir es una perfección en sí misma.
Hace una pausa, se pasa la mano izquierda por el pelo, parece hacer un esfuerzo mental sobrehumano y se dice:
-Debería cortarme el pelo, lo tengo muy largo, ir a visitar a Babu así...
En el medio de esta disgresión, abre los ojos, y grita:
-¡Eureka!
(El Personaje Universal es así, snob, cada tanto le da por el griego, que le vamos a hacer) y sigue:
-Existir es la perfección. A partir de ahí todo el resto: Sum ergo etcetera -(si, también se hace el que habla latín)-. La cosa es poder decir que algo existe o no... tu bi or not, tu bi, dat is de cuestion -hablar bien en inglés no es nada snob, ahora, no hablarlo, excomunión-, tu bi, tu bi, hay que ser.
Sonrie satisfecho. Sonrie porque no sabe que está por recordar su marcada incomodidad con, aversión hacia, el concepto "perfecto" y esos agujeros en la definición. Sonrie porque todavía no lo sabe. Ignorance is bliss.